Sólo me importa lo esencial
Henri-Alain Fournier
Iniciamos ahora una nueva línea de productos, más focalizados en torno a los aceites esenciales.
Desde siempre, los aceites esenciales han estado presentes en nuestros preparados, pero ahora lo van a estar más.
Los aceites esenciales aportan una fragancia aromática pura y natural, que encierra el corazón y el alma de las plantas de donde procede, pero además del componente aromático, aportan propiedades terapéuticas y cosméticas que pueden contribuir a que recuperemos nuestra salud -física y emocional-, y nuestro bienestar a través del encuentro del equilibrio entre nuestro ser y nuestro sentir.
Se trata de profundizar en lo que ahora se llama la «dermocosmética» o la «neurocosmética«, es decir, aquel territorio en el que coincide la salud y la belleza, porque el interior se refleja en nuestro envoltorio que nos recubre y nos identifica, nuestra piel, el mayor de los órganos de nuestro cuerpo físico.
Pues de esto se trata, de profundizar en la aplicación de remedios terapéuticos basados en el alma de las plantas, en su esencia.
Curar con el alma de las plantas
Lydia Bosson
Aromaterapia energética.
Utilizaremos unos nuevos envases aplicadores, en formato roll-on de vidrio oscurecido, que preserva más adecuadamente las propiedades de los aceites esenciales, y permite una aplicación más directa y puntual, evitando la pérdida de los elementos volátiles de los propios aceites esenciales, y la eficacia en la dosificación y preservación.
Realizaremos en estos envases, preparados como los siguientes:
- Gel contorno de ojos
- Gel anti-acné
- Serum anti-manchas
- Preparados aromáticos: para serenar, para el insomnio, para elevar la vitalidad, para aromatizar…
- Tratamiento para herpes labial
- Alivio de picaduras de mosquitos e insectos.
- Repelente de mosquitos
- Tratamiento para golpes y moratones
- Tratamiento para quemaduras, rozaduras y heridas…etc.
La terapia con aceites esenciales o aromaterapia existe desde hace más de 5000 años. No existe civilización que no haya utilizado los aceites esenciales para su uso en la cocina, en perfumería, en medicina, o en rituales espirituales.

Sin embargo, estos saberes y prácticas quedaron en desuso con la farmacopea moderna y la quimioterapia del siglo pasado, y perduró únicamente la función aromática de los aceites esenciales para perfumería y cosmética.


Creemos, tal y como defienden las escuelas de aromaterapia anglosajonas, que los cuerpos físico, mental y espiritual están interrelacionados y que las enfermedades físicas suelen ser la causa de un desequilibrio emocional o un estado de ánimo o respuesta a conflictos internos.
Hay que integrar los conocimientos y los enfoques, ya que somos seres vivos integrados en y con la naturaleza, y debemos enriquecer nuestro conocimiento intelectual y sensorial, descubrir con la mente y sentir con el corazón, toda la riqueza de los aceites esenciales, alma y espíritu de las plantas.

Estas terapias no pretenden sustituir al médico ni a los medicamentos usuales, sino asumir la responsabilidad de cada uno en su sanación, y fortalecer al cuerpo con remedios naturales que le ayuden a fortalecer los mecanismos propios que todos tenemos para sanarnos a nosotros mismos, haciendo un uso más racional de los medicamentos convencionales, sin depender de la pastilla mágica y sin caer en la polimedicación tan cómoda y peligrosa.