Necesitamos acompasar nuestros ritmos a los de la Naturaleza. Necesitamos prestar atención a los cambios en las estaciones, activar nuestro sentido de la intuición y darnos cuenta de la belleza y energía de la vida que nos rodea.

En el ecuador del invierno

Entre grandes fríos, viento, lluvia y nieve, en medio de esta gris y oscura cueva invernal en que nos encontramos, empezamos a vislumbrar los primeros rayos de luz que anuncian la llegada próxima de la primavera. La naturaleza nos habla.

Desde el comienzo del mes de febrero, los días comienzan a alargarse un poco más, la luz va tímida pero firmemente creciendo; el invierno todavía azotará con toda su fuerza, pero empieza a ceder su rigor en favor de los rayos del sol. Los primeros brotes emergen a la superficie, entre la nieve. Ya anuncia la primavera la visita de los petirrojos, con su encendido plumaje rojizo en el pecho.

Todas las culturas y los pueblos que nos han precedido, y que vivían más en contacto con la naturaleza, celebraban este momento especial:

  • La festividad de Imbolc en la cultura celta, en honor a la diosa Brigid.

El día 1 ó 2 de febrero se celebra la fiesta que hace de puente entre el solsticio de invierno -el 21 de invierno- y el equinoccio de primavera -el 21 de marzo-, una de las ocho fiestas solares del calendario celta.

El nombre en lengua irlandesa significa “en el ombligo” (i mbolg), refiriéndose a la gestación de las ovejas, que se preparan para dar a luz en primavera, y es también un término celta para primavera. Otro nombre es Oimelc, que significa “leche de ovejas”, el flujo de leche que anuncia el retorno de la vida, y el tiempo de comienzo, de renovación y de inspiración en el que la luz solar aumenta y se festejan los primeros atisbos de la primavera tras del invierno.

La evidencia de que Imbolc se celebraba se deriva de las colecciones de folclore hechas durante el siglo XIX y principios del siglo XX en Irlanda y Escocia, además de estudios comparativos de costumbres similares en Escandinavia.

Imbolc es también conocido como el festival de la Doncella y está consagrado a Brighid, la diosa del fuego que simboliza el poder, la fuerza y la fertilidad.

Brigid era una de las diosas más populares adoradas por los pueblos célticos, incluyendo a los druidas, Su poder de inspiración fue muy importante para poetas y artistas, como su enseñanza sobre los instrumentos que ayudaban a las personas en sus trabajos, y su poder de sanación, emanado de su conocimiento acerca de hierbas que quitaban dolores y sanaba a los enfermos. Es la diosa de todas las cosas percibidas por estar relativamente altas tales como llamas, montañas, colinas, fortalezas y altiplanicies; y de las actividades y de los estados concebidos como psicológicamente altos y elevados, por ejemplo, la sabiduría, la excelencia, la perfección, la alta inteligencia, la elocuencia poética, la artesanía (especialmente la herrería), la habilidad curativa, el conocimiento druídico y la capacidad en la guerra. En las tradiciones vivas, ya sea como diosa o santa, la asocian en gran parte al hogar y al fuego del mismo.

Muchas de sus historias y simbología sobreviven en el personaje de Santa Brígida, patrona de Irlanda. La iglesia católica, la iglesia ortodoxa y algunos anglicanos marcan este día como la fiesta de Santa Brígida, y entre los católicos, también por la Candelaria, la fiesta del fuego, caracterizada por procesiones de velas.

Este día en USA se celebra el Día de la Marmota. Los primeros colonos de Pensilvania, trajeron con ellos la leyenda de la Candelaria, que dice: “Como el Sol brille en el Día de la Candelaria, será el remolino de nieve en Mayo …” De acuerdo a la página oficial del Día de la Marmota (Groundhog Day), ese día el animal sale de su madriguera, en frente de miles de seguidores de todo el mundo, para predecir el tiempo para el resto del Invierno. Según el mito, si el roedor dormilón ve su sombra, porque el día está soleado, habrá seis semanas más de invierno. Si no la ve, porque el día está nublado, abandonará la madriguera y habrá una primavera temprana.

En el Día de la Candelaria (candelaria es la traducción de candlemas, y su raíz candle es palabra inglesa para vela), se bendicen con agua las velas litúrgicas para el año. En la tradición cristiana, el fuego y el agua son los símbolos del bautismo, la iniciación más importante de cualquier creyente. También son símbolos de Santa Brígida, la unión de los opuestos de la que procede toda la vida. Este día es tradicional encender al atardecer, todas las luces en la casa, aunque sólo sea por unos momentos, o encender velas en cada habitación en honor a la luz, al calor, al Sol.

Ya se celebre Imbolc o el Día de Santa Brígida (St. Brigid’s Day)el Día de la Candelaria o el Día de la Marmota (Groundhog Day), todas estas festividades coinciden en un mismo objetivo: celebrar el Día del despertar de la Tierra, el primero de los cuatro “Festivales de Fuego” celtas, que nos confirma que estamos a mitad del invierno y el comienzo de un nuevo año agrícola.

En las antiguas tradiciones, en esta noche de febrero los agricultores veneraban a la diosa ofreciendo alrededor de las hogueras ofrendas de la tierra, danzando y pidiendo fertilidad y abundancia en sus cosechas. Es el momento ideal para la bendición de las semillas y para la consagración de herramientas para la agricultura, de hecho, otro símbolo tradicional de Imbolc es el arado.

Algunos de los rituales de Imbolc son los siguientes:

  • limpieza y purificación de la casa
  • poner velas en todas las ventanas de la casa, empezando la tarde de la víspera, dejándolas encendidas hasta el amanecer
  • honrar a las semillas y la vida que bajo Tierra empiezan a germinar
  • pedir inspiracion y guía para los nuevos planes y proyectos
  • rituales de fertilidad o encontrar pareja

 

Imbolc es la promesa de la primavera y simboliza un nuevo despertar y un nuevo renacer. Y se celebra justo en este momento en que muchos de nosotros necesitamos que llegue la primavera.

Representa una fecha de inicio y la podemos utilizamos para comenzar asuntos nuevos, cerrar viejas heridas, reconciliarnos con nosotros mismos o con las personas con las que tenemos diferencias. Atrapar la naciente luz y confiar en un nuevo despertar.

Habrá que ir despertando, desperezándose, para recibir la luz y el calor que está en camino. Los primeros brotes emergen a la superficie, nacen las nuevas generaciones, los animalillos comienzan a salir al exterior. Amanece en la Tierra.

Habrá que ir pensando en activarse, salir de nuestra cueva personal y abrazar los primeros rayos de sol, bendecir las primeras semillas que formarán parte de tu primera siembra en marzo. Purifica tus espacios y tus cuerpos. Ultima las herramientas y útiles que facilitarán la tarea que tendrás en adelante.

Aún hay tiempo para permanecer en nuestro refugio, seguir haciendo limpieza para dejar más espacio, navegar por la paz de nuestro interior, cuando fuera truenan y rugen tempestades, pero recogiendo el calor y abrigando la llama que iluminará dándonos fuerzas para nuestra próxima primavera.

No hay que tener prisa, todavía es invierno, pero esperamos tranquilos y confiados, como lo hace el petirrojo, desde esta rama de nuestro jardín.

Para todos aquellos que quieran prepararse para el crecimiento y la renovación, Feliz Imbolc…

En cualquiera de sus expresiones, bien sea Imbolc, Día de Santa Brígida, de la Candelaria o el de la Marmota, el mejor deseo es por la llegada temprana de la próxima estación y ¡qué el Sol brille para todos!