Purificante, de efecto depurativo y antiinflamatorio, esta mascarilla facial adecuada para todo tipo de pieles, tanto normales, secas, grasas, mixtas y con tendencia al acné, pieles maduras y apagadas, para absorber impurezas y aportar luminosidad.
Ingredientes*: Arcilla verde extrafina de Montmorillonita**, hidrolato de te verde, extractos de ortiga y jengibre, oleomacerado de romero, aceite vegetal de almendras, miel***, aceite esencial de menta piperita.
*100% naturales y ecológicos.
**Rica en sales minerales y oligoelementos y dotada de una alta capacidad de adsorción, esta arcilla tiene propiedades purificantes sobre la piel. Se extrae de canteras naturales y luego se somete a un tratamiento mecánico, sin ningún proceso químico. Se tritura y se seca. No se lava para conservar toda su riqueza en minerales, no ionizados, 100% de origen natural, de la más alta pureza.
***La miel aporta hidratación, mejora la cicatrización, actúa como exfoliante y funciona como tratamiento para el acné. Apta para pieles secas y grasas, pues la miel cuenta con propiedades regenerativas celulares, es hidratante, nutritiva, calmante y muy efectiva cuando se usa en la limpieza del cutis.
Gracias a esta arcilla, junto a los principios activos del te verde, el romero, la ortiga y el jengibre, esta mascarilla purifica e higieniza la piel, elimina sus toxinas, remineraliza y tonifica, con un efecto final restaurador que vas a notar desde la primera aplicación. La menta aporta un efecto refrescante y antiinflamatorio.
Modo de uso:
- Aplicar una capa de mascarilla en la piel limpia sobre la cara y cuello evitando los labios y ojos.
- Dejar actuar de 10 a 15 minutos aproximadamente, sin que se seque totalmente.
- Limpiar con agua tibia.
- Aplicar un hidrolato o tónico facial antes de la crema hidratante.
Recomendaciones:
Conservar en nevera.
Usar una o dos veces a la semana, según necesidad.
Duración: aproximadamente dos meses.