Nuestros esmaltes de uñas son certificados ecológicos.

Formulados con materias primas naturales de origen ecológico como el algodón, la patata, el maíz, la mandioca y el trigo, que logran sustituir en gran medida los solventes petroquímicos convencionales por este tipo de ingredientes procedentes de la biomasa vegetal y que se transforman a través de procesos respetuosos con el medio ambiente con el fin de reducir la huella ambiental, por lo que se logra eliminar en gran parte la contaminación de los productos derivados del petróleo en sus procesos de transformación, evitando así también los problemas para la salud que conllevan.

Los esmaltes fortalecedores, ricos en calcio y magnesio, remineralizan la superficie de las uñas y reducen la micro laminación, al penetrar en su propia queratina.

UÑAS SANAS Y BONITAS

Si bien te recomendamos que utilices un esmalte bonito y saludable, es importante saber que no conviene que mantengas tus uñas permanentemente pintadas.

Al pintarnos las uñas, la laca crea una barrera que impide a la uña “respirar” y mantiene durante más tiempo la humedad en su interior y la humedad es la responsable de la proliferación de las bacterias que causan los hongos.

El esmalte de uñas no provoca por sí mismo hongos, pero sí puede favorecer su proliferación si ha habido contagio y al no permitir el paso de la luz, ya que los hongos prefieren ambientes húmedos y oscuros.

Por otra parte, es el quitaesmalte el producto más agresivo y deshidratante de las uñas, necesario para retirar los restos de la pintura, y que cuando contactan con la superficie de la uña la debilitan, volviéndola más seca y quebradiza.

La acción de los esmaltes de uñas y quitaesmaltes, si se usan demasiado, provocan la deshidratación de la uña, es decir, puede llegar a perder hasta un 15% del agua que forma parte de su composición, así como de los lípidos que también la conforman.

Para minimizar el daño del esmalte en las uñas, te aconsejamos que no las lleves pintadas siempre.

Es muy conveniente que realices descansos. No mantengas el esmalte más de 5-6 días y aprovecha al menos 2-4 días de descanso para hidratar, nutrir y proteger tus uñas y su contorno, tratando de utilizar un producto que evite la aparición de los temidos hongos.

Te RECOMENDAMOS tres de nuestros preparados ecológicos, para que aproveches esos momentos de descanso tan necesarios para aportar una belleza saludable a tus uñas: