Ingredientes*: Oleomacerado de hipérico, romero y caléndula en aceite de oliva virgen extra de primera presión en frío ecológico, aceites de coco y ricino, mantecas de cacao y karité, cera virgen de abejas, hidrolato de eucalipto, aceite esencial de eucalipto, y flores secas de lavanda.
Saponificación en frío.
Sobreengrasado del 10%.
Este jabón, como todos los jabones que se realizan con aceite vegetal y sosa, da como resultado una sal detergente, que es la que limpia, y una glicerina hidratante, que es la que permanece en la piel. Por lo tanto, este jabón es beneficioso para cualquier tipo de piel.
Por la naturaleza específica de sus aceites, este jabón esta pensado para personas con piel sensible y atópica, con picores, rojeces, irritaciones, quemaduras, acné, dermatitis.
Gracias al oleomacerado de hipérico, tiene propiedades cicatrizantes, antisépticas, antiinflamatorias y astringentes, por los que las pieles grasas se beneficiarán de su uso frecuente.
Lo podemos usar tanto para la ducha como para el aseo diario del cutis. También se puede utilizar para el cabello, tiene un índice de acondicionado bastante bueno y el hipérico ayudará a quien padezca de eccemas en el cuero cabelludo.
Los aceites de coco y ricino aportan espuma al jabón, la manteca de cacao aporta mayor persistencia o cremosidad a la espuma.
La manteca de Karité tiene una acción protectora e hidratante para la piel, previene el envejecimiento cutáneo, recubre la piel con una capa protectora que evita la deshidratación y nos protege de las agresiones externas (sol, cambios bruscos de temperatura, etc.).
Se añadieron después de la traza unas flores secas de lavanda, que aportan aroma y textura con propiedades exfoliantes, si se quiere usar directamente sobre la piel.
El aceite esencial de eucalipto, por sus propiedades antisépticas, contribuye a incrementar los beneficios de este jabón para tratar afecciones de la piel.
Refresca, relaja, limpia y aromatiza la piel y el ambiente.
*Todos nuestros jabones se hacen en su totalidad con aceites vegetales en los que se han macerado plantas aromáticas y medicinales. Todo el proceso de elaboración de cada jabón puede llevar de seis a doce meses: la saponificación en frío del jabón suponen 40 días, que en algunos casos se amplía de dos a cuatro meses, dependiendo de la textura final. El proceso de maceración lleva de dos a seis meses, dependiendo del tipo de maceración. Previamente a la maceración, ha habido que cultivar y secar durante dos a cuatro semanas, o bien recolectar en el lugar y momento justo de concentración de principios activos, y en ambos casos, con criterios ecológicos, de respeto y cuidado con el medio ambiente. Tienes en tus manos un producto artesano, elaborado con mimo, cuidado, dedicación y tiempo, mucho tiempo.