Bolsa de ramio y cordón de algodón, para utilizar como sustituto de la esponja, como exfoliante con el jabón, y para aprovechar las pastillas de jabón cuando se quedan tan pequeñitas que se resbalan de entre las manos.
Puede usarse para almacenar los jabones, pero recomendamos no introducir los jabones en la bolsa húmeda o mojada, ya que tardarían más tiempo en perder su humedad.
El ramio es una de las fibras vegetales más viejas y más fuertes y se ha usado a lo largo de miles y miles de años. Se utilizó en la industria textil en India y China y para las mortajas de entierro chinas hace más de dos mil años, mucho antes que se introdujese el algodón en el Lejano Oriente.

Procede de las Indias Orientales, y sus principales productores son China, Taiwán, Corea, Filipinas y Brasil.
Se extrae de los tallos de una planta familia de las ortigas, pero que no pica ¡
Es una fibra blanca, muy larga y dura a la que no le afecta la humedad ya que resiste a las bacterias, al moho y al ataque de los insectos.
Aguanta elevadas temperaturas de agua, pero su apariencia es a la vez firme y suave, y va mejorando con los lavados.
Es higiénica y sin olor.
Ideal para hacer espuma, y un suave peeling o masaje en la ducha.
Ayuda a que el jabón no resbale y se nos escape cuando el tamaño de la pastilla se va reduciendo.
De un tamaño lo suficientemente grande para todo tipo de jabones o de champús sólidos, e incluso, para introducir la mano y utilizarla como guante de exfoliación o limpieza.