“Fragonia se presenta ante la humanidad como energía femenina encargada de proteger el planeta”. Dr. Daniel Pénoël.
Por resumiros un poco, el “genio” de esta esencia que procede de Australia: radica en un perfecto equilibrio de su estructura que presenta de 3 veces 3: posee un tercio de cada familia bioquímica: óxidos, monoterpenos y monoterpenoles, lo que le aporta, además de muchas propiedades terapéuticas, una dimensión energética y emocional: se ha demostrado que influye sobre la glándula pineal regulando nuestro reloj biológico, equilibra nuestras emociones, y contribuye a sanarnos en profundidad. Libera bloqueos emocionales y nos conecta con nuestra parte femenina.
Su perfil energético facilita entablar frecuencias armoniosas y vibracionales que aportan armonía a nuestra mente y nuestro cuerpo y se le considera por excelencia el aceite esencial relacionado con la feminidad.
Aroma descrito por Antonia Jover* como de equilibrio y paz.
Es un gran armonizador a nivel emocional, aporta paz y serenidad, y facilita la manifestación de la energía femenina.
Resultará especialmente útil para todas las mujeres, en especial las que se han desconectado de su feminidad pero también para los hombres que quieran trabajar su energía Yin.
“Fragonia acompaña suavemente la apertura del corazón liberando viejos bloqueos y permitiendo que los pensamientos negativos sean sustituidos por otros positivos.”
Robbi Zeck, “The Blossoming Heart – Aromatherapy for Healing and Transformation.”
Tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas, presentando una actividad antimicrobiana similar a la del árbol del té, el lemongrass o el orégano, a los que podría sustituir perfectamente.
Está indicado también para el alivio de dolores musculares o articulares -contracturas, artritis, reuma, artrosis, fibromialgias-e incluso se ha comprobado su utilidad para prevenir o disminuir los efectos del jet lag.
En cosmética, se usa para purificar la piel, como un excelente antiarrugas que, gracias a su efecto astringente, actúa con un gran efecto tensor de los tejidos.
Especialmente indicada para trastornos femeninos: baja libido, reglas irregulares, ausentes o dolorosas, problemas hormonales, dolores diversos, sofocos.
La Fragonia es el único aceite esencial con marca registrada, y su nombre fue patentado no hace mucho. Procede de un arbusto, originario de Australia, Agonis Fragans o Taxandria fragans, cuyo nombre común era coarse tea-tree. El interés por su esencia no tuvo lugar hasta 1996, a partir de cuyo momento comienza el estudio de todo su potencial, lo que anima a una pareja de productores australianos de plantas aromáticas a emprender su cultivo y destilación.
Si queréis profundizar en su conocimiento, os lo relata maravillosamente bien Antonia Jover en su artículo:
Nos tiene cautivados su aroma -cítrico, fresco y afrutado, peculiar, diferente, que nos impacta inicialmente por la presencia reconocida del 1,8 cineol que se va modulando de forma sutil y envolvente por las notas dulces y florales que te envuelven en una sensación amorosa reconfortante.
Su esencia también puede actuar emocional y energéticamente como un gran apoyo para un sueño reparador, que nos relaje y equilibre profundamente.
Debido a sus propiedades anti-inflamatorias y antálgicas, una de sus principales indicaciones es actuar en los trastornos del ciclo menstrual, incluidos el dolor de cabeza. Por ello, y por su exquisito aroma, forma parte de nuestro preparado de alivio para dolores menstruales.
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