Recolectar ejemplares silvestres y/o medicinales no debe suponer una amenaza para el medio ambiente siempre que se haga de forma responsable y fuera de zonas naturales protegidas. Y tampoco debe ser una amenaza para tu salud, por lo que a continuación te indicamos algunos consejos importantes para que lo hagas y que lo disfrutes de la mejor manera posible.
- Nunca deben recogerse las especies protegidas ni las plantas de las reservas naturales. Es obra de todos preservar el medio natural.
- En la recolección hay que cuidar de que no se extermine totalmente una especie en un lugar determinado, pues para que siga reproduciéndose es necesario dejar un número suficiente de ejemplares, frutos maduros o semillas. Sólo debe recogerse la cantidad que se vaya a consumir para evitar que la especie deseada desaparezca de la zona. Nunca recoger la primera ni la última planta de una especie que encontremos. Por otra parte, se protegerán los órganos subterráneos de las plantas vivaces (raíces, rizomas) si no son objeto de recolección; cuando éste sea el caso, habrá que dejar en el lugar varias plantas adultas intactas.
- La cosecha de las plantas silvestres tendrá prioridad en los lugares donde sean más abundantes. Se recogerán delicadamente (en el caso de hierbas, por ejemplo, habrá que evitar arrancar las raíces) para que puedan conservar en el futuro la misma extensión.
- Para los trabajos de recolección se necesitan guantes y utensilios tales como podadera, cuchillos y útiles de jardinería que faciliten y simplifiquen el trabajo. A la hora de cortar la parte de la planta que queramos recolectar, utilizar materiales de calidad (tijeras de podar especializadas) para hacer cortes limpios y no herir o destruir la planta. Conviene desinfectar adecuadamente las tijeras cada vez que se usan, es muy importante para evitar contaminaciones posibles.
- No se deben recoger aquellas plantas que no se conocen bien y hay que impedir que los niños toquen las especies que podrían confundirse fácilmente con plantas venenosas.
- Se elegirán ejemplares sanos y sin defectos, evitando la vegetación exuberante de los suelos ricos en nitrógeno, que contienen nitratos en cantidades excesivas.
- Hay que evitar recoger plantas cercanas a vertederos, aguas residuales, cunetas, aceras y a carreteras con mucho tráfico, debido al riesgo de contaminación. Es aconsejable respetar una distancia mínima de 100 metros de las carreteras. En los alrededores de las fábricas, las vías férreas y explotaciones agrícolas donde se críen animales es mejor abstenerse de recoger plantas silvestres. La misma regla se aplica a los cultivos que hayan sido tratados químicamente y a las zonas muy contaminadas.
- En el medio natural existe el riesgo de que la planta contenga parásitos procedentes de animales que orinen sobre ellas. Evita las plantas que estén en senderos muy utilizados por animales y a una altura suficiente para evitar esta circunstancia.
- Mucho cuidado con la recolección de plantas en prados húmedos, si hay paso de animales o rebaños cerca, ya que pueden estar contaminados por los parásitos de las heces del ganado, que pueden causar enfermedades muy graves como las provocadas por la fasciola hepática que ataca el hígado y las vías biliares. Cuidado con los lugares por donde suelen sacar a los perros a pasear. Y en espacios donde también puedan estar contaminados por heces de zorros o bien otra fauna diurna o nocturna salvaje.
- Este problema se soluciona con la cocción de dichas plantas silvestres, pero si las queremos tomar en crudo por ej. para una ensalada, y con el fin de evitar cualquier posible problema de contaminación para nuestra salud, ya sea en plantas acuáticas o no, tendremos que desinfectarlas sumergiéndolas en abundante agua durante 10 ó 15 minutos, con un buen chorro de vinagre (proporción de 6% aprox.), con permanganato de potasio, con unas gotas de lejía apta para desinfección de alimentos o con cualquier otro tipo de desinfectante apropiado.
- También hay cierto riesgo de contraer parásitos al comer bayas que crezcan a ras del suelo, porque pueden haber sido contaminadas por heces de animales.
- En los muros recolectaremos sólo si es propio o en caso de mucha abundancia y a más de 50 cmts del suelo por el mismo motivo.
- Ayuda mucho conocer la zona de recolección, en diferentes épocas del año, para ir familiarizándose con las plantas que se dan, las habituales, y sus circunstancias, porque, por ejemplo, en muchas pistas locales de mi entorno, suelen envenenar las orillas, y salvo los quince primeros días, que esto se hace muy evidente con el quemado fulminante de todas las plantas, después ya no se aprecia en los nuevos brotes que lo tapan, pero el veneno permanece en el suelo y en el agua, y se ha absorbido por las raíces de las plantas.
- Y por último, asegúrate de que las aguas de riego de las verduras de los huertos donde compras o cultivas, no están contaminadas por heces de reses.