Pasear entre enebros es un disfrute para los sentidos, ya que además de su fragante madera que aromatiza el ambiente, comparten espacio con oréganos, tomillos, siemprevivas, santolinas y lavandas. Su fragancia es terrosa, amaderada, cálida.

Su madera es aromática y muy resistente a prueba de pudriciones, tal es así que se usaba para morteros, armazón de zurrones de los pastores e incluso pequeñas construcciones, postes y vigas, cortada para ello en la menguante de julio o agosto.

Y además, es de tal belleza que en muchas ocasiones se ha utilizado para tallas artísticas.

Tarda mucho en crecer y debe secarse durante varios años para poder ser destilada.

Os presento al Enebro de la miera –Juniperus oxycedrus-, también llamado cada, cade, o enebro rojo, en franca expansión por sierras y montes y suelos rocosos calentados por el sol mediterráneo, y por zonas cada vez más afectadas por este cambio climático y la carencia de lluvias. Coloniza fácilmente lugares abandonados de cultivos o zonas de pasto, aguantando con fortaleza los climas secos, soportando muy bien los suelos pedregosos y poco profundos, y la ausencia de agua.
Sus frutos -conos o bálbulos, comúnmente aunque de forma errónea llamados bayas– tienen el símbolo de un triángulo equilátero, una signatura o señal que nos indica sus cualidades.
En alquimila, es el símbolo del ojo de dios.
Remedios Herbales en tiempos de Felipe II: Plantas de montaña y plantas aromáticas. Palmira Pozuelo
Es el símbolo del elemento fuego, en la alquimia, uno de los cuatro elementos, es el símbolo con el que la luz se expande, esto indica que es una planta que está en un lugar luminoso, y su aroma tiene que ver con purificar la luz, tiene que ver con la purificación, tanto a nivel físico, orgánico, como a nivel energético.
Su aroma aporta luz, en el ambiente, si pulverizo sus bayas y las pongo sobre un carbón, purifico el ambiente como si fuera un sahumerio. Esto nos indica que doy al lugar luz, esto es lo que me permite interpretar su signatura: sirve para poner calor, poner fuego, allí donde hace falta.
Puede aportar fuego a una digestión pesada e insuficiente. Puede purificar la sangre. Puede aportar calor a una articulación desgastada y dolorida. Puede purificar el ambiente, como antiséptico respiratorio, adecuado por tanto en épocas de frío cuando hay, precisamente, menos luz, menos fuego, menos calor.
Evita confundirlo con el Enebro Ginebro –Juniperus communis-, de cuyos frutos por destilación se obtiene la ginebra y un aceite esencial con propiedades diuréticas, depurativas, anti-inflamatorias y antálgicas.

Dos especies del mismo género, que pertenecen a la misma familia de las cupresáceas. Las vamos a distinguir por sus hojas, que son en ambos pequeñas y muy punzantes, para evitar una gran evaporación de agua, ya que están en lugares extremos de mucho frío y calor: el enebro ginebro tiene una sola rayita o banda blanca en sus hojas, y el oxicedro tiene dos bandas blancas separadas, por el haz, por una verde más estrecha.

El enebro de la miera conviene emplearse únicamente para uso externo, ya que sus frutos son tóxicos.
Debido a sus cualidades caloríficas, es usado para dolores articulares, reumatismos, y para el cuidado de la piel, en casos de eccemas, dermatitis, psoriasis y acné.
Del enebro oxicedro se extrae la brea o miera, una especie de alquitrán vegetal, sustancia aceitosa, espesa y negruzca, con un olor muy potente a humo, que se obtiene de los troncos gruesos por un método de combustión incompleta denominado pirogenación, realizada tradicionalmente en hornos llamados mereras de los cuales aún se conservan algunos en Campo de Montiel. Especialmente indicado en casos de dermatitis seborreica, se elaboran con él jabones o champús de brea -para quien pueda soportar su olor- y se puede emplear como potente incienso, incluso adecuadamente dosificado, en perfumes naturales como nota de fondo amaderada.

Tradicionalmente, se usaba la miera en los abrevaderos para que el ganado tomara mejor el agua, se añadía a la sal que se daba a las ovejas y cabras para que chupen, con finalidad preventiva, o se echaba en las puertas de los corrales para ahuyentar así a culebras y otros posibles depredadores.
https://www.conecte.es/index.php/es/plantas/1176-juniperus-oxycedrus
Es un excelente desinfectante, bactericida y antiparasitario.
Su aceite esencial fortalece y embellece el cabello y en cosmética capilar también sirve para regular la producción de grasa en el cuero cabelludo y la caspa, siendo así mismo un gran calmante del sistema nervioso, aconsejado en caso de dependencias.

Por su aroma muy especial, podemos elaborar un purificante e intenso ambientador natural con bayas machacadas en alcohol, y colonias con su potente y personalísimo aroma. También puedes machacarlo en seco y colocarlo sobre un carbón encendido.