Una de las plantas que habita nuestro Jardín Aromático es este Kalanchoe, planta crasulácea que tradicionalmente se ha utilizado para la curación de muchas enfermedades y que en la actualidad, diversos estudios confirman, avanzando en resultados prometedores para el cuidado de nuestra salud.
Estas kalanchoes son plantas que actúan de forma global dentro del cuerpo y por lo tanto su espectro de acción es ancho.
En medicina tradicional, especialmente en América Latina, Asia y África se usan para tratar las siguientes dolencias:
- – Lesiones y enfermedades relacionadas con daños celulares, como el cáncer.
- – Heridas profundas y gangrenadas
- – Infecciones, quemaduras
- – Tumores, abcesos y forúnculos
- – Reumatismo
- – Inflamaciones
- – Hipertensión
- – Piedras en el riñón
- – Diarreas
- – Enfermedades psicológicas: esquizofrenia, crisis de pánico y miedos.

Su acción puede abarcar más allá de lo mencionado ya que puede sanar daños celulares en muchos órganos del cuerpo.
Consejos para su Cultivo:
Es muy sensible al frío. Para poder hacerla más resistente al frío debemos tener todo el verano en la calle y en invierno aguantará -5ºC. Genera mucho «hijos» en los bordes de las hojas, simplemente se trasplantan para obtener nuevas plántulas. Las kalanchoes son plantas que pueden captar el agua del aire, por lo tanto, si no se regaran no morirían, claro que si se riegan obtienes más esplendor, normalmente regar una vez o dos a la semana. Algunas veces las kalanchoes florecen en invierno, si fuera así se hará planta nueva a través de esquejes. Puede durar de uno a varios años. Las hojas tienen unas manchas alargadas en la parte de abajo. Es muy invasora, tenlo en cuenta para evitar su excesiva propagación.
Las kalanchoes son plantas tropicales y requieren:
- Exposición: se adaptan al sol más que a la sombra, en el exterior y en el interior. En invierno protégela si hay riesgo de helada. Protégelas del viento si crecen mucho, ya que se pueden romper.
- Suelo: mejor un suelo ligero, no arcilloso. Ej.: una mezcla de arena y turba.
- Riego: regar regularmente, vigila que no se encharque el agua ya que hay riesgo de pudrirse las raíces. Aguantan la sequía, pero crecerán menos.
- Plagas y enfermedades: no se conocen. Son plantas resistentes.
- Reproducción: los ahijados que nacen en las hojas arraigan muy fácilmente.
- Cosecha: iremos cortando las hojas desde abajo, es decir, primero las más viejas.

Consejos para su utilización:
La parte utilizada son principalmente las hojas, que tienen un sabor acidulado. Podemos secar hojas y después trocearlas y guardarlo para hacer infusiones. El secado requiere calor ya que las hojas llevan bastante agua, pero no al sol directo.
También podemos congelar las hojas, y sacar del congelador poco antes de consumirlas ya que con la congelación pierden la textura y una vez fuera del congelador no se conservan.
Se pueden tomar de forma externa o interna según lo que queramos tratar:
– Externamente: hojas aplastadas en forma de cataplasma, comprendida o parche; jugo de las hojas con aceite o vaselina para usar como ungüento.
Usada así, la planta es antiinflamatoria, antihemorrágica, astringente y cicatrizante.
-Uso cosmético: Lavar las hojas, triturar con batidora y filtrar con un colador de tela bien tupido. Ese jugo se añade a las cremas, para un efecto despigmentante, como un activo cosmético al 5%. Puede elaborarse un extracto hidroglicerinado. Con las hojas deshidratadas, HG en proporción 1:5, una parte de planta y 5 de excipiente y éste último al 50% entre agua destilada y glicerina vegetal. Se deja macerar 11 días, se filtra y etiqueta, para usar como activo cosmético.
– Internamente: hojas crudas en ensalada; jugo fresco (añadir agua para dar más volumen); hojas en infusión. Esta será la forma de tratamiento en caso de cáncer.
Dosis para uso interno: 30 a 50grs. de hoja fresca al día. Hoja seca en infusión, 1 cucharada de postres por 1 litro de agua, 2 infusiones al día.

Contraindicaciones: No utilizarlas durante el embarazo ya que pueden estimular el útero. No conviene usar la planta de forma continuada por largos periodos de tiempo si no se debe hacer ningún tratamiento. Su composición incluye compuestos como los bufadienolidos que son glucósidos cardíacos, por lo que en pacientes que han sufrido enfermedades cardíacas habrá que consultar al médico; puede haber toxicidad si se abusa de la planta. Por lo visto, hasta dosis de 5 gramos de planta por kilo de peso no hay toxicidad (esto sería unos 350 gramos de hoja por una persona de 70 kilos, que es una dosis de cuatro a diez veces superior a la aconsejada).