Todos en alguna ocasión puede que padezcamos algún dolor de cabeza.
Ciertamente, no todos los dolores de cabeza son iguales, y no todos son provocados por las mismas causas. Es necesario también distinguir entre los dolores de cabeza o cefaleas de tipo tensional, ocasionales o crónicas y las migrañas.
Las cefaleas son producidas y se desencadenan por situaciones de estrés, cansancio, agotamiento, falta de sueño, una fatiga ocular por exceso de horas ante el ordenador o el móvil. Un consumo excesivo de alcohol o de café, un exceso de ruido; las malas posturas suelen también provocan dolores y contracturas en las cervicales o en la mandíbula, que a menudo conllevan este dolor de cabeza. Incluso una cierta predisposición genética, el ciclo menstrual, o la hipertensión arterial puede provocarnos cefaleas tensionales.
Las cefaleas tensionales suelen ser las más comunes, y podemos sufrirlas de forma ocasional y puntualmente, o se nos pueden repetir con más frecuencia, en cuyo caso pasan a ser ya cefaleas crónicas.
Las migrañas son dolores intensos acompañados de molestas pulsaciones que suelen afectar más bien a un solo lado de la cabeza. Suelen acompañarse de otras molestias como vómitos, sensibilidad al ruido y a la luz, entre otras muchas posibles, y si bien aún se desconocen las causas exactas que las desencadenan: se sabe que tanto la predisposición hereditaria, la histamina y los cambios bruscos del flujo sanguíneo en la presión intracraneal, suelen aparecer vinculados a esta dolencia, viéndose también afectadas por las causas que inciden en las cefaleas tensionales.
Se ha investigado mucho al respecto, y hoy en día podemos cuidar nuestra alimentación, para evitar estos padecimientos, ya que se ha podido establecer una relación directa entre el dolor de cabeza y la ingesta de algunos alimentos.
Está demostrado que hay algunos alimentos que desencadenan con más frecuencia, dolores de cabeza como el queso curado, el chocolate, sobre todo el negro, el aguacate, algunas verduras como la berenjena, las espinacas, el pimiento, embutidos, algunas frutas como plátanos y piña, sobre todo, algunos frutos secos, etc.
Las migrañas suelen atenuarse con reposo en ausencia de ruidos y de luz, y las cefaleas tensionales también mejoran si se atiende a las causas que los originan, por ejemplo, con la práctica de estiramientos adecuados, masajes descontracturantes, y ejercicios de fortalecimiento muscular, en el caso de malas posturas.
En todo caso, la aromaterapia es una herramienta aliada que puedes utilizar como alternativa natural o como complemento, para aliviar muchos de estos dolores de cabeza[1].
Los aceites esenciales adecuados pueden ayudar en el alivio y disminución de cefaleas y migrañas, y en el alivio de los dolores asociados a ellas, como las contracciones musculares, los estados de nerviosismo o las alteraciones emocionales que producen estrés, ya que contienen propiedades analgésicas, antiinflamatorias, vasodilatadoras, antiespasmódicas, calmantes y relajantes o refrescantes, que, van a contribuir a que puedas recuperar en poco tiempo tu bienestar.
Por ejemplo,
El aceite esencial de Menta es uno de los más adecuados en aromaterapia a la hora de combatir cefaleas y migrañas. Esto se debe a su contenido en mentol, una molécula de excelentes propiedades analgésicas a nivel local, capaz de producir una vasodilatación que, a su vez, provocará una sensación de frescor que produce un efecto anestésico a nivel local. La acción del mentol se compara a la que producen los medicamentos tradicionales que se recetan para tratar las migrañas, y es que el mentol es capaz de actuar directamente sobre los receptores encargados de transmitir la sensación de dolor, provocando una analgesia local a partir del aumento en el umbral del dolor.

El aceite esencial de Lavanda resulta también adecuado para combatir las migrañas por la presencia del acetato de linalilo, que le aporta propiedades vasodilatadores e hipotensivas. Esto le permitirá limitar los espasmos de los vasos sanguíneos, unos de los principales responsables de las migrañas.
Además, gracias a la presencia de linalool y del acetato de linalilo en su composición, aportan propiedades analgésicas, calmantes y sedantes, ya que inhibe la transmisión de la sensación de dolor, favoreciendo la concentración y la capacidad de atención, lo que permitirá gestionar mejor el estrés y la angustia, factores que pueden provocar y acentuar los episodios de migrañas.
El aceite esencial de Albahaca exótica puede aliviar los dolores de cabeza gracias a la presencia de metil-chavicol en su composición, un antiespasmódico muy eficaz, que actúa limitando los espasmos de los vasos sanguíneos, cuya contracción y relajación puede, al ser súbita y violenta, provocar migrañas. Al contener también linalool, este aceite esencial aliviará el dolor, además de fomentar la relajación muscular y tener un ligero efecto sedante.
El aceite esencial de Nuez moscada es un aliado para calmar las cefaleas de cualquier tipo, destacando por su presencia de monoterpenos en su composición, como el sabineno y el β-pineno, que por sus cualidades analgésicas ayudarán a aliviar el dolor al inhibir la secreción de moléculas como las prostaglandinas, implicadas en el proceso por el que se transmite la sensación de dolor.
El aceite esencial de Ylang-Ylang Totum es un gran calmante y relajante del sistema nervioso, que estimula la producción de endorfinas, muy beneficiosas para el alivio de los dolores crónicos asociados a alteraciones nerviosas. Cuenta tambien con propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas.
Pero no sólo éstos, hay una larga lista de aceites esenciales, extractos de las plantas aromáticas que combinados adecuadamente, actúan en sinergia multiplicando sus efectos y contribuyen a nuestro bienestar de forma saludable.
Recuerda utilizar la difusión ambiental y la vía inhalatoria directa, además de la tópica, para aliviar tus dolores de cabeza.
Puedes consultar nuestra propuesta aromática para los dolores de cabeza en: https://azufactorianatural.com/preparados/tratamientos-de-aromaterapia/roll-on-dolores-de-cabeza/
o solicitar nuestro asesoramiento personalizado reservando cita previa.
[1] En todo caso, debes acudir inmediatamente al médico si es dolor es explosivo, violento, si aparece durante el ejercicio físico, si se acompaña de pérdida de nivel de conciencia, fiebre o rigidez en la nuca, si se asocia a problemas en el habla, mala pronunciación, cambios en la visión, dificultades para mover brazos o piernas, pérdida de equilibrio, confusión mental, o si se presenta en un solo ojo enrojecido.