LA CONSUELDA

Pocas plantas os encontraréis, que lleven incorporado en su nombre una descripción más exacta de una de sus mejores cualidades, como la CONSUELDA (Symphytum officinale). Nosotros la tenemos en nuestro jardín desde hace unos cuantos años, regalo de un amigo, y es una versión de la bella y la bestia, porque ves sus hojas basales gigantescas con sus tallos peludos y en cambio, son sus flores unos delicados ramilletes de un violeta precioso.

CONSUELDA procede del latín consolida, que significa consolidar o unir, y su nombre científico Symphytum deriva del griego symphyo que significa unir.

Todo en esta planta recuerda esta propiedad: sus hojas están pegadas al tallo en largos tramos, vemos en ellas la teoría de las signaturas, por la que se creía que la naturaleza ponía señales para que el hombre pudiera reconocer las propiedades de las plantas, en este caso, era la forma en que las hojas se soldaban con el tallo lo que revelaba el poder cicatrizante y soldador de la consuelda.

Dioscórides afirmaba que si ponemos a cocer trocitos de carne en una olla con hojas de consuelda, la carne volvería a juntarse!.

Antiguamente se creía que la naturaleza ponía señales para que el hombre pudiera reconocer las propiedades de las plantas.

Los antiguos le pusieron este nombre porque creían que esta planta servía para unir los huesos rotos y soldar las heridas, y ciertamente, ésta es una de sus asombrosas capacidades, la de soldar y cerrar las heridas.

La consuelda pertenece a ese grupo de plantas cuyos usos parecen casi ilimitados a lo largo de la historia. Se ha empleado como afrodisíaco, para preparar sucedáneos del té y del café, para curtir el cuero, como amuleto mágico, como ornamental en los jardines medievales…

El propio Dioscórides recoge tambien que antiguamente, las mujeres la utilizaban para recuperar una falsa virginidad: los baños de asiento de consuelda reparaban el himen y aseguraban el matrimonio.

El botánico Andrés de Laguna, en el siglo XVI dice así de las propiedades de su raíz: “suelda los instrumentos rotos, establece los miembros flojos y conmovidos y finalmente, fortifica los flacos y debilitados”.

Nombres vulgares: consuelda mayor, sueldaconsuelda, sínfito (porque su nombre científico es Symphytum officinale), hierba de las cortaduras, hierba de las heridas, lengua de vaca, oreja de asno, hierba de los cardenales…

A esta planta le gusta estar junto a corrientes de agua y lugares húmedos.

Es una hierba vivaz, perenne y vellosa que puede alcanzar el metro y medio de altura, con una raíz grande y carnosa de color oscuro que es la que atesora sus propiedades medicinales, ya que el resto de la planta es tóxica.

Sus hojas inferiores son muy grandes, ovado-lanceoladas. Al final de sus tallos huecos aparecen sus flores tubulares, reunidas en ramilletes terminales que se curvan hacia abajo, de color rosada o violeta en el caso de la consuelda mayor, y amarillo, en la consuelda menor. Florece de junio a octubre.

Pertenece a la misma familia de la borraja, y comparte con ella varias propiedades como su poder emoliente y expectorante.

Es la planta más rica en alantoína que existe, considerada muy buena para la piel, ya que promueve la eliminación de células muertas en sus capas superiores, estimula la proliferación celular, elimina los gérmenes infecciosos,  suaviza y favorece la cicatrización de heridas, con propiedades antiinflamatorias, y antiulcerosas, siendo por tanto la causa de los rápidos poderes de curación que la planta posee.

La mayor cantidad de alantoína la almacena su raíz en las épocas en que la planta duerme, sobre todo en otoño y en primavera, que es cuando se debe recolectar.

Esta planta se considera uno de los cicatrizantes naturales más efectivos, precisamente por su riqueza en alantoína: habitual en cremas para tratar el acné, manchas en la piel, arrugas y flacidez.

Antes de hablar de usos y remedios, es importante señalar que esta planta sólo se debe utilizar en uso externo, ya que contiene alcaloides tóxicos para el hígado, y no se debe ingerir ni la planta ni las infusiones, ni por supuesto, comer nunca las raíces.

También destaca esta planta como uno de los remedios tradicionales más importantes para curar y cicatrizar heridas, e impedir el sangrado, una vez más por su riqueza en alantoína, que puede llegar hasta casi un 2% en sus raíces tiernas.

El poder de detener hemorragias es una de sus grandes cualidades, por lo que en baños de asiento puede curar hemorroides y fisuras anales.

Su contenido en mucílagos, hasta un 30%, también es superior al de cualquier otra planta, lo que permite a la planta actuar como demulcente, aliviando la irritación y la inflamación de las zonas lastimadas, y reduciendo el dolor.

Una venda bañada en infusión de consuelda aplicada sobre un moratón, ayuda rápidamente a bajar la inflamación y calmar el dolor.

Su elevado contenido en taninos, hasta un 6%, le aporta sus propiedades astringentes, acelerando la cicatrización de las heridas, y deteniendo el sangrado por su cualidad hemostática.

Por todo ello, provoca una regeneración en la piel, estimulando el crecimiento de las células de la epidermis y sustituyendo aquellas que estaban dañadas. Lo que hace que se utilice en la industria de la cosmética, entrando en la composición de cremas para todo tipo de pieles.

Sin entrar en una gran sofisticación de cremas, una simple hoja fresca de esta planta, bien lavada y aplicada sobre la piel, ayudará a mejorar su aspecto.

Otra receta: Aplicada sobre un corte o herida abierta, ayuda a disminuir el flujo de la sangre, es antiséptica y favorece la cicatrización.

Machacar la raíz tierna y aplicarla en forma de cataplasma sobre la zona afectada, o si no se dispone de hojas frescas, preparar una compresa con infusión de raíz de planta, con unos 150 gr. de raíz por litro, dejando reposar sin colar unas 3 horas.

Efectiva en la curación de llagas, heridas, úlceras, grietas en la piel, en los pezones, quemaduras, úlceras varicosas, hemorroides. Cómo usarla? Para ello, directamente se limpia la raíz, raspándola, y se machaca hasta obtener una pasta que se aplica directamente tapándola con una gasa, que se debe renovar a diario.

La consuelda es una planta muy efectiva para disminuir el dolor, debido a la función calmante de algunos de sus componentes como la niacina y el ácido cafeico.

Remedio para calmar el dolor con consuelda: Reduce el fuerte dolor de un esguince o luxación, si machacamos la raíz fresca y añadimos aceite de oliva, formando una pasta que aplicamos en la zona afectada y tapamos con una gasa.

Este remedio sobre todo actúa en casos de fracturas, ya que no sólo ayuda a reducir el dolor sino que favorece la curación de la misma ya que acelera el soldado de los huesos, y asegura el crecimiento de los tejidos interna y externamente.

La decocción de la raíz, aplicada en una compresa mojada, puede aliviar tendinitis, bursitis, artritis, artrosis, y también las fracturas.

Podemos utilizarla también en ungüento, en caso de fracturas, y como ingrediente de cremas y emulsiones corporales, regeneradoras, antiarrugas, rejuvenecedoras, reafirmantes y cicatrizantes.

Clara Castelloti recomienda utilizar su infusión concentrada como tónico facial, y como loción reafirmante para aplicar en las partes del cuerpo que más lo necesitan, como pechos, brazos, muslos. Nosotros lo empleamos para hacer emulsiones corporales reafirmantes para esas zonas que se descuelgan.

No aconseja hervirla, ya que algunos de sus componentes como el tanino y el mucílago, esenciales en la cura de las heridas, se perderían.

Receta de infusión de consuelda: Por eso, la infusión correcta sería unos 200 gramos de raíz seca y desmenuzada por litro de agua tibia, macerando durante toda la noche.

Podemos elaborar una tintura de consuelda, macerando la raíz durante 28 días en alcohol de 70º, después filtrar y añadir a cremas antiedad, específicas de cuperosis, o flacidez cutánea.

Y como elixir florar, aconseja, debido a su efecto sutil sobre el sistema nervioso autónomo, utilizarlo para reducir las secuelas de problemas físicos o neurológicos de larga duración, a considerar su uso también en procesos de rehabilitación motora, y para aumentar el control sobre el propio cuerpo.

La consuelda NO es una planta comestible, por su contenido en alcaloides tóxicos, consolidina y nitratos, capaces de paralizar el sistema nervioso, por lo que no aconsejamos comerla.

Pero…os equivocáis si os pensáis que terminan aquí todas sus propiedades y bondades…qué va¡¡¡ De hecho, es una de las mejores plantas para nuestra huerta…los que cultivéis verduras y hortalizas…atentos, porque en nuestros talleres y cursos de formación os enseñaremos todo lo que esta planta puede hacer por nuestro huerto¡¡¡

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