RECETAS CON GRANADA

Acompañamos el programa de radio en nuestro espacio EL JARDÍN DE LA SALUD, que le dedicamos a la granada con estas recetas que os recomendamos:


Decocción de corteza del fruto:

Se recomienda hervir una cucharada de corteza del fruto desmenuzada, incluidos los tabiques internos, durante cinco minutos en un cuarto de litro de agua.

Indicado por su efecto astringente, para cortar diarreas y colitis.

Esta misma decocción tanto de la corteza como de la membrana más fina que rodea los frutos en enjuagues y colutorios para aftas bucales, encías sangrantes, úlceras, inflamaciones de boca y garganta. También con este mismo fin se puede utilizar la decocción de las flores. Tomar de dos a tres infusiones al día.

Licor de granada:

Mezclar un 10% de los frutos del granado recién extraídos, procurando añadir parte de la piel que hay entre los granos, con una mezcla al 50% de orujo seco y orujo anisado.

Dejar macerar durante un mes y filtrar.

Tomar de forma ocasional en vaso ancho, muy diluido con hielo. De efecto antioxidante y antiparasitario

Granada fresca o en zumo:

Podemos incluirla en nuestra dieta de otoño e invierno en forma de zumo o directamente comiendo sus semillas y añadiéndolas en las ensaladas. Nos aportará de este modo sus cualidades nutritivas, medicinales y sobre todo su gran actividad antioxidante que estimulará nuestras defensas en invierno. Si comemos el fruto con la piel de sus tabiques internos obtendremos también un efecto antiparasitario. Comer el fruto completo directamente nos supone beneficiarnos de su gran contenido en fibra, que se pierde si sólo bebemos el zumo. Por lo tanto, para aprovechar sus beneficios a nivel digestivo, debemos tomar el fruto en su totalida

El zumo en cambio, es un refrescante ideal en caso de fiebre o deshidratación, y también como complemento alimenticio rico en estrógenos vegetales.

Beneficiosa en casos de anemia, debilidad, astenia, tumores, y para el estómago, corazón y útero.

Debiéramos adquirirlas de cultivo ecológico, para asegurarnos un mayor contenido en vitaminas, antioxidantes y la ausencia de pesticidas.

En la cocina árabe su uso está muy arraigado, los libaneses utilizan mucho el sirope o melaza de granada y consiguen dar a los platos salados un toque dulce y a la vez ligeramente amargo.

Melaza de granada

La melaza de granada es una especie de jarabe denso y acaramelado, muy utilizado en la cocina árabe que se elabora a partir de una reducción del zumo de granada y al que suele añadirse azúcar y zumo de limón. Es una especie de caramelo oscuro, denso y dulce con un puntito ácido, que se suele utilizar para preparar Muhammara, una crema de pimientos, nueces y especias y que se incluye también en platos con carne, generalmente aves.

Puede utilizarse también para preparar vinagretas, y en repostería, en galletas o bizcochos, o bien añadido con un buen queso fresco.

Para preparar este sirope o melaza de granada sólo se necesitan 6 u 8 granadas bien rojas, para obtener unos 600 ml de zumo de granada, 150-200 gr. de azúcar, y el zumo de medio limón.

En un cazo de fondo grueso ponemos el zumo de las granadas, el azúcar y el zumo de limón. Llevamos a ebullición y cuando comience a hervir bajamos el fuego y dejamos reducir a fuego lento hasta que veamos que tiene una textura más densa. Ojo no dejar mucho tiempo, pues al enfriar endurece mucho.

Llevamos a un tarro esterilizado, dejamos enfriar, tapamos y a la nevera. Dura unos cuantos meses.

Si queréis una melaza menos densa y menos dulce, reducís el azúcar a sólo 60 g. de azúcar para unos 600 ml de zumo de granada y el zumo de 1 limón y dejarlo reducir menos tiempo. El resultado una melaza más rojiza y menos densa pero ligeramente más ácida.

Jarabe de granadas

Variante de la anterior receta de melaza, se necesita únicamente Zumo de granadas, 100 gr. con 175 gr. de azúcar.

Se coloca el zumo de granada en un cazo y se calienta a fuego lento durante 5 minutos removiendo de vez en cuando, se añade a continuación el azúcar integral de caña o panela y se revuelve de forma constante sin detenerse hasta que el azúcar se haya disuelto por completo y se alcance una consistencia más espesa, 5-6 minutos más. Se deja enfriar a temperatura ambiente, y se guarda en la nevera en un recipiente de vidrio cerrado herméticamente, lo que ayudará a conservarse al menos durante un mes.

Se toma una cucharada sopera, diluido en un vaso de agua o infusión tibia, dos o tres veces al día, como antiparasitario, antioxidante, anticatarral y para afecciones de garganta.

También el jarabe de granadina es utilizado para la elaboración de cocteles en bebidas y postres. Gabriel Vázquez Molina, en su receta de Jarabe de granada, le añade a 300 gramos de zumo de granada y 200 gr. de melaza de caña, unas hojas de menta fresca, 3 claveles rojos frescos y 20 gr. de raíz de angélica triturada. Calentar todo a fuego lento, hasta reducir a la mitad, filtrar bien y envasar. Bueno para problemas de digestión, anemias, anorexia y convalecencias.

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