HIERBALUISA, LA REINA DEL JARDÍN

Los que habéis visitado nuestro Jardín aromático de plantas medicinales, conocéis esta planta aromática de la que hoy vamos a hablar porque es visita obligada, y no os dejamos marchar sin tocar el tacto de papel algo rasposo de sus hojas y sin oler su exquisito aroma.

Hoy hablaremos de la Hierbaluisa Lippia triphylla, que tiene nombre de princesa o de reina, y como buen miembro de la realeza, cuenta con montón de nombres, tanto científicos como comunes.

Enredos y confusión con sus nombres

EN SUDAMÉRICA: Aunque nosotros la conocemos como hierbaluisa, en su tierra de origen, que es Sudamérica, se la conoce como cedrón, cedrón del Perú, cidrón, o cidrera.  

EN ESPAÑA: Bueno, aquí en España también se le llama maría luisa, bella luisa, hierba princesa, hierba de las tres hojas, verbena de olor o verbena cidrada. Y también se la llamó verbena de Indias, porque venía de las Indias.

EN EL REINO UNIDO: En cambio, a los ingleses les gusta más llamarla verbena de limón, y

EN FRANCIA: los franceses la conocen como verveine, o verveine citronelle. Nombre éste de la citronela que ha dado pie a confundirla no sólo con la citronela, con la que no tiene ningún parentesco, sino también con la melisa, que tampoco tiene nada que ver con su familia.

Por si éramos pocos, a nivel de IDENTIFICACIÓN BOTÁNICA, también se denomina con varios nombres que se entienden como sinónimos, aunque parece ser que aluden a dos géneros distintos, aún siendo de la misma familia de las verbenáceas: esto es, en los manuales de botánica la podemos encontrar como Aloysia citriodora, Aloysia tripilla, y Lippia Tripilla, y Lippia citriodora, vamos, como podéis comprobar, todas las combinaciones posibles¡

Buceando en la investigación etnobotánica

Como ya conocéis mi gusto por la investigación plantífera, como si fuera una Serlock Holmes vegetófila, me he sumergido en las raíces de la historia para desentrañar a ver de dónde le vienen tantos nombres a esta planta¡¡ Así que, como diría Jack el Destripador, vayamos por partes:

El primero en estudiar esta planta fue el médico sevillano Juan de Castañeda a comienzo del siglo XVII quien por entonces envió unas cartas en las que la describe como «yerba cidrera con olor a cidra y sabor a toronjil», haciendo alusión a la cidra, un cítrico actualmente olvidado pero antaño muy apreciado.

Era en esos momentos, entre los siglos XVII y  XVIII cuando empezó a llegar a España desde las Indias Occidentales en los barcos de exploración botánica. Parece ser que la planta llegó a Cádiz procedente del Virreinato del Perú en un cargamento del botánico francés Joseph Dombey, a quien le confiscaron sus colecciones por las disputas que mantenían entonces España, Inglaterra y Francia por la propiedad de estos descubrimientos.

¿En quién se inspiraron los científicos del Real Jardín Botánico para ponerle ese nombre? En la reina María Luisa de Parma, la princesa italiana que se casó con Carlos IV.

Lo de Hierba Luisa o hierba de la princesa, fue descrita o bautizada con el género Aloysia, que significa de Luisa, por dos profesores de botánica –Gomez Ortega y Palau Verderá– del Real Jardín Botánico de Madrid, en 1779, en honor a María Luisa de Parma, reina consorte de Carlos IV.

El nombre (Luisa es Aloysia en latín) se extendió también al portugués, donde se le denomina popularmente bela-luísa.

Citriodora viene por su aroma a cítricos y tripilla, por sus tres hojas características, que de forma ordenada se distribuyen alrededor de su tallo.

El nombre de verbena es porque proviene de la familia de las verbenáceas, pero para distinguirla de la planta de la verbena, sin un aroma destacado, a ésta se la llamó verbena de olor, o cidrada o citronela. Sin embargo, tengo que confesaros que se confunden ambas, la verbena, verbena officinalis, con la hierbaluisa, lippia o aloysia citriodora o trifolia.

Un tesoro de planta

Y resuelta ya la investigación acerca de sus múltiples nombres, pasamos a conocerla un poco más, ya que es una planta que se ha adaptado muy bien a las zonas soleadas, y ha sido ampliamente utilizada, tanto por su valor medicinal, como por sus propiedades culinarias, se utiliza en la fabricación de productos de limpieza personal, como jabones, champús, dentífricos, lociones capilares, y en gran medida en la industria perfumística, por su delicioso aroma, sobre todo en Francia. De hecho, es una de las plantas aromáticas más consumidas en Europa.

Este arbusto perenne, que nos regala cada primavera y verano sus hojas de color verde luminoso y claro y sus flores rosadas o blanquecinas, y que deja desnudos sus blancos tallos para pasar el invierno, puede durarnos muchísimos años y algunos de sus compuestos todavía no han sido estudiados a fondo.

Propiedades medicinales

Es famosa por sus propiedades estomacales, y carminativas, esto es, para el alivio de digestiones pesadas, acidez, ardor de estómago, cólicos intestinales y gases.

Sin embargo, el resto de sus numerosas propiedades aún son bastante desconocidas:

Antiinflamatoria

La mayoría de los compuestos orgánicos de la hierba luisa tienen poder antiinflamatorio, lo que la convierten en un calmante natural para aliviar dolores leves.

Es Antibacteriana, y gracias al citral, otro de sus componentes, mejora la respuesta del sistema inmunitario aumentando la producción de glóbulos blancos.

Es expectorante, ayudando a expulsar la mucosidad de las vías respiratorias siendo utilizada en gripes, resfriados, bronquitis, etc.

Analgésica y calmante, alivia espasmos intestinales tanto del estómago como del corazón.

Efectiva en ataques de asma y febrífuga. Combate las migrañas, vértigos y cansancio intelectual.

Sus efectos sedantes son muy adecuados para aliviar los trastornos físicos y psíquicos de la regla.

Si bien resulta tónica en casos de apatía, depresiones y neurastenias.

En el siglo XIX se solían introducir saquitos de hierba luisa en las almohadas, con lo que se conseguía un agradable aroma y por sus propiedades ayudaba a un sueño tranquilo.

RECETA: Para combatir los insomnios y estados nerviosos se puede tomar una infusión de hierba luisa con hierbabuena 30 minutos antes de acostarse.

¿Cómo preparar una infusión de hierbaluisa?

Preparar una infusión de hierbaluisa es muy sencillo: tan solo tienes que añadir 2 cucharaditas de la hoja de la hierba en una taza de agua hirviendo, dejar enfriar y colar. Pero, cuidado, no la hiervas directamente, pues puede oxidarse y perder sus propiedades, además de su característico sabor. 

La infusión de hierbaluisa se puede tomar caliente e incluso fría, como bebida refrescante.

Es un gran aromatizante de tisanas como la menta, manzanillas valerianas etc.; mezclada con tomillo es ideal contra la bronquitis, calma la tos y ayuda a las digestiones de los niños. La infusión de sus flores evita el mal aliento enjuagándose la boca. En gárgaras alivia la garganta irritada, inflamada o con infección.

En Paraguay, Argentina y Uruguay  es una de las hierbas con las que se puede saborizar el mate.

Muy apreciada en los hogares tradicionales canarios por su agradable aroma y sabor, típica “tacita de agua” con que se obsequia a las visitas, quizá sea éste el secreto de la calma y la amabilidad de sus gentes.

En general sus efectos relajantes se consiguen no solo tomándola sino en baños calientes.

Podría incluso fabricarse con hierbaluisa un jarabe para las fiebres intermitentes.

De modo externo se pueden aplicar la infusión con gasas sobre picadura de insectos o mordeduras de animales, o limpiarlas para favorecer su curación.

Aunque se considera que tiene ni contraindicaciones ni efectos secundarios, algunos desaconsejan su uso durante el embarazo.  Tampoco conviene tomarla por un periodo prolongado de tiempo, ni realizar infusiones muy concentradas.

Licores

En Francia se usa para dar sabor a los licores.

Se prepara un licor con 60 gramos de alcohol etílico de 60º con 60 gramos de hojas frescas, 350 gramos de azúcar y 160 gramos de agua, igualmente se fabrica un jarabe refrescante para niños.

Siendo el ingrediente esencial en el típico y famoso licor ibicenco de hierbas.

Carlos Marí Mayans, gerente de la empresa familiar Hierbas Marí Mayans, reivindica la receta con la que su tatarabuelo Juan empezó a elaborar licor en 1880. «Era el loco Formetera», explica. «Le apasionaban las plantas y la gente acudía a él como si fuese un druida».

Juan Marí Mayans también viajaba regularmente a Barcelona para comprar todo aquello que, a finales del siglo XIX, no se encontraba en la isla: hilo y agujas de coser, latas de conserva… En uno de esos viajes aprendió a destilar y, de vuelta a Formentera, fundó la primera destilería de las islas y, al mismo tiempo, la empresa más antigua de Baleares.

Pero no sólo se utiliza en licores. Se ha usado en confitería, licorería, perfumes y bebidas refrescantes.

Nosotros destilamos habitualmente hierbaluisa y obtenemos el exquisito y preciado hidrolato de hierbaluisa:

El HIDROLATO DE HIERBALUISA (Lippia citriodora) tiene un delicioso olor y sabor y se utiliza para luchar contra la tristeza y la baja moral, ya que es un potente ansiolítico, sedante, y regulador tanto del sistema nervioso simpático como del parasimpático. A nivel de piel, es un gran calmante, para casos de psoriasis, y reafirmante y se utiliza en preparaciones para combatir la aparición de celulitis. También lo utilizamos como ingrediente de nuestras colonias herbales por su exquisito aroma.

Se puede usar para aliviar espasmos y cólicos intestinales, estreñimiento, congestión hepática y pancreática, síndrome premenstrual, psoriasis y neurastenias. Para el alivio de la psoriasis, incluso es indicada para pulverizar en la zona afectada, y también puede actuar reafirmando el tejido conjuntivo en problemas de celulitis.

A nivel psicoemocional, el hidrolato de hierbaluisa combate angustias y temores, fijaciones, melancolía, lasitud y estancamiento energético y mental, para aquellos a quienes falta entusiasmo, fe y confianza en el futuro, y a quienes tienen dificultad en aceptar del devenir de la vida.

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EN AROMATERAPIA

El aceite esencial de hierbaluisa es considerado como uno de los mejores antidepresivos aromáticos, siendo muy interesante para tratar la depresión y los trastornos del sueño, pero ya que la planta contiene apenas de un 0,1 a un 0,7% de esencia, con un muy bajo rendimiento en destilación, su coste es elevado.

Su aroma delicioso nos trae alegría y bienestar inmediato. Antonia Jover lo recomienda para favorecer la comunicación, ayudar a recuperar la motivación y darnos impulso, y para estimular las capacidades cerebrales y la concentración.

Siendo su aroma enormemente cautivador, además del bienestar psico-emocional que proporciona, se ha demostrado como un potente antiinflamatorio y un gran calmante del dolor, que, como todos los aceites esenciales, debe administrarse en las manos de personas cualificadas, ya que no puede usarse puro en la piel al ser irritante. Los tratamientos de masajes sensitivos y ayurvédicos utilizan aceites esenciales tan delicados, ricos y sutiles como la hierbaluisa, cuyo aroma se ha definido como cítrico, cálido y ligeramente dulce.

El gran aromatólogo Dominique Baudoux afirma que no hay nada más refinado que la fragancia a limón de este maravilloso aceite esencial, y que habría que guardarlo como si fuera un tesoro, para disfrutarlo, para perfumarse, para darse un baño aromático, o para animarse ya que deja a un lado los pensamientos negativos y la depresión. Este valioso aceite esencial aporta una serenidad excepcional, que permite evadirse de las vivencias difíciles de la vida diaria, así que puede ser un gran regalo para nuestro bienestar emocional.

Este aceite esencial, que se desaconseja en los tres primeros meses de embarazo, siempre precisa ser diluido en un buen aceite vegetal, ya que puede resultar cáustico en estado puro, y cuenta con propiedades cosméticas muy interesantes: a nivel de piel es muy útil para todos los trastornos cutáneos asociados a los trastornos afectivos y emotivos. Posee propiedades antiinflamatorias en el tejido cutáneo, y aunque se clasifica entre los aceites esenciales caros, su fragancia cítrica es tan atractiva que basta una mínima concentración para dejarse notar y actuar.

En la cocina

La hierba luisa se utiliza en cocina como planta aromática para dar sabor a muchos platos: pescados, pollo, ensaladas, pasteles. También entra a formar parte en la combinación de cocteles, sorbetes y bebidas frías a las que aporta un toque exótico.

Las hojas secas y picadas se emplean en marinadas, aderezos y salsas para dar un toque de aroma cítrico. Se elabora con ella también un sorbete aromático, una crema pastelera y salsas que acompañan a los mejores platos de reputados chefs.

Cultivo y recolección

Si quieres cultivarla en tu jardín, puedes venir a visitar nuestras plantaciones de hierbaluisa, y te enseñaremos cómo¡

Se adapta bien a cualquier terreno, aunque los prefiere fértiles, comprendido entre unas alturas desde 0 hasta 800 metros sobre el nivel del mar, no tolera las heladas y el mucho riego hace que se pudran las raíces, la sequía provoca la caída de sus hojas, se poda dos veces al año (junio y noviembre) florece de junio a octubre.

Las hojas pueden usarse frescas o secas.  Para secarlas, deben recogerse antes de la floración, para asegurar que estén cargadas con su máxima concentración de sus principios activos. Luego se secan en lugar seco y oscuro para usar durante el resto del año.

Con sus hojas incluso se preparan repelentes para controlar algunas plagas de tu huerta o jardín.

Puedes adquirir en nuestra tienda artesana, sus hojas secas para tisanas o preparados botánicos, son de excepcional frescura y calidad¡¡¡Editar

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