HERBARIO SONORO. “Llama de gordolobo”,
de Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca

«Las manos hacían girar una y otra vez el tallo de gordolobo. Apenas una cuarta endurecida, que dos primaveras vieron crecer para luego decaer. Rotaban sobre la madera seca de chopo, con cadencia y temple. Su punta se deshacía en serrín, su alma de médula; partícula a partícula se iba agregando en un todo incandescente. Cuando la pequeña brasa se volcó definida sobre las vetas, la mano sabia y pretérita la encerró en un nido de moscón. Un soplido contundente insufló el oxígeno necesario: una danza de llamas nerviosas afloró vívida. Fuego, fuego, por fin el fuego.
El clan sufría los dolores del frío, la desesperación del frío, el hambre del frío. Tras el largo viaje se podrían sentar para alimentar el cuerpo de cazas y saberes. El olor, ese ser inanimado del humo, les reconfortaba dulcemente, les identificaba.
Los que ahora empezaban a crecer, pronto aprendieron las necesidades de gordolobo. Habían soñado con las primeras historias a la luz de sus varas encendidas.
Habían visto flotar la pesca adormecida, al envervescar el agua con sus hojas.
Habían recogido la miel que aquellos diminutos aliados, tras visitar sus flores, escondían en viejos tocones.
El gordolobo proveía de favores y les recordaba a las madres. Aquellas que orlaban sus guedejas de cálices de sol, de floraciones amarillas. Flor a flor recogían las notas de luz de sus ropajes. Aquel vegetal les atraía, le llamaba su cuerpo en punta de sílex. Y sus hojas, suaves con la piel de los topos, nevadas de cenizas.
¡Qué no pensarían de la Natura aquellos primeros pensadores!
Esto sentía Domínique Villars, aquella alborada de 1779. Después de caligrafiar sobre el pliego el nombre de Verbascum pulverulentum. Unas letras refinadas, nacidas de un tintero de abogayas. Había descrito más de 2.700 especies. Pero en su Historia de las plantas del Delfinado, el gordolobo, «el barbado, notablemente polvoriento», escondía el humo del imaginario colectivo.»
Herbario sonoro. «Llama de gordolobo», de Raúl de Tapia que es Raúl Alcanduerca para El bosque habitado (Radio 3)

