Un buen día, nos encontramos con que uno de los limoneros de nuestro jardín produjo un fruto, un limón, con una especie de dedos retorcidos, que francamente, al principio nos resultó muy inquietante. Nos preguntábamos qué nos está queriendo decir este limonero??? ¿¿Qué extraños ingredientes posee esta tierra de nuestro jardín, que produce frutos tan extraños?? ¿¿¿¿Qué tipo de agua está cayendo del cielo, para que se formen estos dedos inquietantes???? El árbol no nos contestó a tantas preguntas, fue más bien la enciclopedia de cítricos la que nos resolvió la duda: nuestro limonero tenía en alguna de sus ramas un injerto de una variedad de cítrico, conocida como la Mano de Buda…

Mano de Buda (Citrus medica var. sarcodactylis)
Se cree que su origen se encuentra en el noreste de la India o en China.
El nombre Mano de Buda viene dado por la tradición budista, de hecho se utiliza como una ofrenda en sus templos, y se prefieren las que parecen más una mano cerrada, ya que simboliza el acto de la oración.
En el continente asiático la mano de Buda se suele utilizar para perfumar las estancias de la casa o el interior de los armarios de la ropa, por su fuerte contenido en aceites esenciales.
Presenta una fragancia intensa, su piel es gruesa y apenas contiene pulpa, su carne blanca, a diferencia de otras variedades de cítricos, no es amarga por lo que puede ser un complemento ideal para las ensaladas cortando los tentáculos en rodajas, para elaborar confitura o para caramelizar la piel.
También se utiliza con fines medicinales, documentada desde la época del Imperio Romano, especialmente para combatir problemas de digestión pesada o enfermedades leves respiratorias, ya que es un buen expectorante.

Todos sabemos es que el limón es un fruto muy rico en vitamina C, lo que igual desconocemos es que contiene el doble de vitamina C que la naranja. Esta riqueza se la otorga su contenido en ácido ascórbico, que puede alcanzar el 5%. Os sonará el ácido ascórbico porque muchos productos farmacéuticos lo contienen, y su origen es el limonero, una de las principales fuentes de esta vitamina, junto con la lima, si bien también lo poseen en importantes cantidades el resto de cítricos como mandarinas, naranjas o pomelos.
Puede ser que también todos sepamos que antiguamente, el limón se usaba para combatir el escorbuto entre los navegantes, los cuales basaban su alimentación sobre todo en alimentos secos y salados, y la escasez de productos frescos les enfermaba. Por ello, y esto quizá no es de todos sabido, la armada británica obligaba a sus embarcaciones a llevar provisión de limones, que debían ser ingeridos por su tripulación, a razón de 30 gr. diarios, una vez que llevaban más de diez días en el mar. Medidas como éstas quizá están en el origen del imperio británico y su expansión marítima, quién sabe. De hecho, también se sabe que el propio capitán Cook, en sus largas travesías por el Pacífico, no se embarcaba sin contar en sus bodegas con una importante provisión, tanto de col fermentada, como de limones, ambos muy ricos en vitamina C.
¿Y para qué es beneficioso tanto contenido en vitamina C?
Pues por ejemplo, para favorecer la absorción del hierro de los alimentos que tomamos, por lo que previene la anemia.
Es muy importante también La vitamina C porque favorece la absorción del calcio e interviene en la formación de los huesos, ya que forma parte del colágeno, por lo que su consumo habitual previene problemas de descalcificación ósea como la osteoporosis.
Estudios científicos han demostrado que el consumo de limones y cítricos también podría ser muy adecuado para la prevención de numerosos tipos de cáncer, ya que se cree que la vitamina C inhibe el crecimiento de células cancerosas.
El limón permite eliminar toxinas, ésta es una de sus grandes cualidades: Su jugo constituye uno de los mejores remedios depurativos de la sangre, estimula el correcto funcionamiento del hígado, y combate enfermedades como la gota y el reumatismo. Alivia el dolor y ayuda a la desinflamación de las articulaciones afectadas.

Con limón podemos no sólo depurar el organismo, sino también facilitar la bajada de peso, es decir, nos puede ayudar a disolver las grasas, ya que es muy rico en componentes con propiedades adelgazantes, como la cafeína, que es un gran estimulante metabólico, y fibras como la pectina, que no sólo nos aporta un efecto saciante, sino que ayuda a disminuir la absorción de grasas, además de otros muchos componentes como el potasio, que tienen propiedades diurética y favorecen la eliminación de los líquidos corporales.
RECETA: Toma en ayunas un vaso de agua tibia con zumo recién exprimido de limón. Es una excelente bebida de drenaje hepático, simple, pero eficaz.
Además de todo ello, al limón se la considera una fruta de la juventud, por sus más de 30 componentes antioxidantes, que ayudarán a mantenernos jóvenes, y lo que es más importante, a prevenir la aparición de numerosas enfermedades.
El limón es bueno para mantener un aspecto externo más saludable, mejorando la salud de la piel, el cabello y las uñas. Como ingrediente en jabones cosméticos exfoliantes, ayuda a desinfectar y purificar el cutis, y a eliminar las manchas, y como ingrediente de los champús* y preparados capilares, ya que ayuda a eliminar la grasa y la caspa y aporta brillo.
(*nuestros champús sólidos lo incluyen)

El limón es bueno para la vista, ayudando a prevenir enfermedades degenerativas como la pérdida de la visión o las cataratas, y es muy bueno para el sistema cardiovascular, ayudando a mantener la elasticidad de las arterias y la fortaleza de venas y capilares, a contrarrestar las varices, a aliviar contusiones, a prevenir la hipertensión, y en general a prevenir la mala circulación.
Por si fueran pocas todas estas propiedades beneficiosas citadas, su consumo habitual despierta el apetito y mejora la digestión, protegiendo el estómago de úlceras y gastritis. Incluso ayuda a prevenir las encías sangrantes, y su poder antiséptico y antibacteriano le hace ser un ingrediente inestimable en las pastas de dientes.

El zumo de limón es bueno para resfriados, gripe e infecciones pectorales. En gargarismos sirve para dolores de garganta, gingivitis y llagas bucales. En uso externo puede aplicarse directamente en casos de acné, pie de atleta, sabañones, picaduras de insectos, quemaduras solares, verrugas, e incluso, manchas de la piel.
RECETA: Para el resfriado, podéis mezclar unos 20 ml. de zumo de limón con 50 ml. de agua caliente, un diente de ajo machacado y una pizca de canela, para beber hasta 3 veces al día.
RECETA: Para el dolor de garganta, la misma cantidad de zumo de limón que de agua caliente y hacer gargarismo.
RECETA: Los hindúes acostumbran a tomar diariamente una mezcla de dos cucharadas de limón, dos de agua y dos de miel, porque además de tener propiedades depurativas, posee propiedades tónicas con el fin de fortalecer el organismo.
Todas estas son recetas sencillas, eficaces y asequibles, que podéis seguir de forma fácil cuidando de evitar el zumo puro sobre los dientes ya que ataca y puede amarillear la placa dental, y evitando beber su zumo si vamos a exponernos a continuación a radiaciones muy fuertes de playa, sol o alta montaña, ya que contienen aceites esenciales fototóxicos irritantes.
¿¿¿Pero…creéis que hemos terminado de citar todas sus propiedades??? Qué va¡¡¡
Aromaterapia del limón
El fruto puede tener en torno a un 0,3% de aceite esencial, en cambio en su piel puede concentrarse más de un 2,5 % de aceites esenciales. Por ello, se obtiene una valiosa esencia a partir de su cáscara o corteza, que no se destila en alambique, por el método de arrastre de vapor de agua, sino por el método de expresión, al igual que se obtiene el aceite de oliva de la presión de las aceitunas, por poner un ejemplo.
Si que es posible destilar en alambique tanto las hojas del limonero, como sus flores, con lo que obtenemos hidrolato, y aceite esencial de gran valor aromático y terapéutico. Es decir, de un solo árbol, podemos obtener tres diferentes, parecidos pero diferentes, productos de aromaterapia, la esencia de su cáscara, y el aceite esencial de sus hojas, y de sus flores, conocido como azahar de limonero.
La esencia de su corteza, tiene un aroma tan alegre, fresco y lleno de chispa que despierta sensaciones de limpieza, abriendo los pulmones e invitándonos a respirar hondo.
Os lo recomiendo en estos meses de invierno, porque es un aroma de luz: recientes estudios científicos han corroborado su acción ansiolítica, que se atribuye a una de sus moléculas principales, el limoneno, que aparece en todas las esencias de los cítricos, aunque en diferente proporción.
Esta esencia en difusión ambiental, debiera estar presente en nuestros hogares, y en nuestro lugar de trabajo, ya que actúa como un potente desinfectante, antibacteriano, antiviral y antiséptico general, que colabora activamente en la prevención de enfermedades contagiosas, tan importante en épocas frías del invierno, y en épocas pandémicas como en la que nos encontramos.
Es un excelente limpiador también energético, inmunoestimulante, que favorece nuestra capacidad de concentración, al ejercer esa limpieza también a nivel emocional, procurando una claridad mental y favoreciendo nuestra capacidad analítica.
Y por último, lo que no es menos importante, puede calmar nuestra ansiedad, por su capacidad de luchar frente al estrés, la ansiedad y la depresión, aportando unas buenas dosis de optimismo, dinamismo alegría y buen humor.
Una vez más, la naturaleza nos demuestra su sabiduría al fructificar, en la época más gris y fría del año, plantas que nos aportan luz y energía como el limonero, ya sea en zumo, como alimento medicinal, en esencia, o como medicamento natural.